Volvimos a Aguirre como siempre hacemos. La intencíón esta vez era otra, pero el cielo comenzó a enviarnos mensajes de que no era una buena idea seguir hasta Juana Díaz.

A veces las cosas no salen como tú esperas y tienes que inventar algo sobre la marcha. Entonces, pensando que hacer, te encuentras con Aguirre y su camino de palmeras encorvadas por el viento invitándote a que lo visites de nuevo.

Si algo conocemos bien, son las calles de este poblado que parecen sacadas del set de una película. Natalia ha venido conmigo aquí varias veces, desde la primera que me entró esa «piquiña» de hacerle retratos a mis amigos por toda la isla. El hotel y sus casonas de madera abandonadas en el tiempo, nos han servido de escenario para muchas fotos a través de los años.

Esta vez la cosa era un poco distinta.“The Chair Project” es un proyecto personal de fotografía con el que intento documentar a varias personas, todas sentadas en una misma silla… un lugar “relax” desde donde puedan enfrentar mi cámara. Pero más importante, este proyecto es una oportunidad para conversar cara a cara, para volver a ese mundo real que a veces dejamos atrás sin darnos cuenta.

Con un camino bastante nublado por delante pero siempre con fé de que volveríamos con un par de fotos (como siempre), Natalia y yo nos pusimos al día conversando sobre nuestros hijos, el futuro, el trabajo duro pero especial de ser maestra y también nos preguntamos varias veces el camino que siguieron algunos de nuestros antiguos compañeros de trabajo. Juan, Jason, Ramón, Manuel…»este se fue para Chicago», «aquel se fue para Orlando» y al otro, «lo vi la semana pasada en Plaza»…