Encontrarse con alguien tocando guitarra en el medio de la calle no es nada del otro mundo, pero encontrárselo en calzoncillos, botas y con un enorme sombrero de vaquero bajo un frío de 40 grados, significa que estás en Time Square y que acabas de conocer al «Naked Cowboy».
Cuando vi a este personaje por primera vez, solo existía uno. Su nombre es Robert John Burck y es un «street performer» que cuelga su guitarra del cuello estratégicamente para dar la impresión de que está completamente desnudo. La última vez que estuve en New York pude ver varios «Naked Cowboys» en el área, así que no tengo claro si trata de que llegó la competencia o si Robert se puso a vender franquicias para hacer más chavos.
New York es New York…no hay nada igual. Lo que me encanta de esta ciudad es que puedes hacer lo que te de la gana, ser quien te de la gana y nadie te mirará raro porque probablemente es tan raro o más que tú.
Pero los «street performers» no empiezan y se acaban con este vaquero medio porno. En Time Square te encuentras con Mickey, Mini, Batman y todos los superhéroes que te puedas imaginar. La única diferencia entre estos y los que ya tú conoces, es que los que conoces te salvarán la vida y estos están tratando de salvar la suya haciendo algún dinero extra noche tras noche mientras se fotografían enseñando sus músculos inflables y firmando autógrafos como si fueran celebridades.
Muchos de estos «performers» son emigrantes y muchos de ellos también son indocumentados. Hay casos donde han ocurrido peleas entre la policía y algunas de estas personas como fue el caso de «Spiderman» hace poco tiempo.
El ingreso de este trabajo varía. Hay veces que solo se llevan $30 dólares en propinas para la casa, como hay otras que se llevan más de $200. Todo depende de cuantas horas están dispuestos a sufrir sofocados debajo de estos aparatosos trajes.
Muchos de estos artistas, los que llevan más tiempo, resienten como la industria en la que se ganan las habichuelas se ha ido deteriorando al punto de haber 5 o 6 personas disfrazadas de lo mismo, a corta distancia unos de los otros, tratando de hacer dinero. Para muchos de ellos, la proliferación de estos «clones» les ha traído más problemas que los que ya tenían y les molesta que muchas de estas personas no tienen ningún talento artístico…solo están por los chavos.
Al final del día como dije antes, New York es New York y si hay un Superman o si hay 5, la gente esperará su turno para tirarse la foto que compartirán en las redes sociales como prueba de que estuvieron en esta ciudad única, llena de experiencias raras y de gente medio loca…por eso, «I love NY».