¿Me estaré volviendo viejo?…¿será una señal?.. bueno, lo cierto es que por alguna razón que aun desconozco, me está gustando más y más visitar pulgueros, tiendas de antiguedades y alguno que otro «garage sale».
Aunque me encuentro todavía en la etapa de «window shopping» (gracias a Dios porque ya no cabe más nada en mi casa), estar entre todas estas cosas llenas de años y de historia es una nota super chévere, sobre todo cuando te encuentras algo que era realmente cool cuando tenías 17 años.
Frankie’s Vintage Shop | Viejo San JuanEn los pasados meses, un sábado que otro, he salido a explorar algunos de estos lugares y por supuesto siempre me he llevado mi cámara. En cada uno de ellos me he encontrado con montones de cosas que me han transportado a mi niñez. Desde letreros y botellas de cristal de Coca-Cola hasta discos de Fania, Bread y los Beatles, he gozado recordando desde el concierto donde Héctor Lavoe nos levantó a todos de la silla para cantar «que cante mi gente» hasta aquellos boleros de loseta» como «If» y «Aubrey» del grupo Bread.
Pulguero de Guayama Pulguero de AreciboLa verdadera experiencia (por lo menos para mí) de visitar estos lugares, es la sorpresa de descubrir algo que de alguna manera u otra tenga una conexión con mi vida. El proceso de caminar, buscar con la mirada y revolcar un par de cosas para ver si en la parte más escondida del anaquel está mi tesoro, es la parte más divertida y la que me hace sentir que fui enviado a este lugar en una misión de National Geographic.
Frankie’s Vintage Shop | Viejo San Juan
Pulguero de Arecibo¿Cuantas cosas he comprado?…no muchas para ser sincero, pero no tienes que hacerlo tampoco. Para mi, es un viaje en el tunel del tiempo, un set de película listo para ser fotografiado y un lugar donde puedo contarle un par de historias a mi hijo más pequeño, de esas que siempre empiezan con «cuando yo tenía tu edad» y las cuales siempre exagero un poco para hacer la cosa más interesante.